En el Día Mundial de la Audición, conversamos con el Tecnólogo Médico con mención en Otorrinolaringología de la Universidad de Chile, Gonzalo Cuellar, sobre la situación actual de este tema de salud en nuestro país. Y esto fue lo que nos comentó.
¿De acuerdo a tu experiencia, cómo calificarías el estado actual de la salud auditiva en Chile?
La salud auditiva en nuestro país cuenta con programas que buscan la detección oportuna y el tratamiento de la hipoacusia, especialmente en aquellos grupos que presentan factores de riesgo, adicionalmente, la Ley Ricarte Soto busca dar respuesta a aquellas personas que se encuentran fuera de estos programas, sin embargo, aún estamos centrados como país en detectar y tratar la hipoacusia, por lo que aún falta promover la salud auditiva, así como el cuidado del oído y la audición, según las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud.
El Día de la Audición se celebra y/o conmemora año a año, ¿qué avances hemos tenido en el último tiempo respecto a este tema?
La Organización Mundial de la Salud instauró este día como una forma de concientizar a la población y a los países respecto de la pérdida de audición (hipoacusia) y sus efectos en diversos ámbitos en la sociedad. En este último tiempo, es importante señalar la incorporación de la salud auditiva en la agenda de salud, lo que representa el primer paso para la toma de decisiones que busquen el beneficio de la población respecto a este tema.
¿Cuáles han sido los aportes recientes de la tecnología más relevantes?
La tecnología como herramienta en medicina juega un rol importante en la audición, desde el constante desarrollo de métodos detección, así como tratamiento y rehabilitación con tal de dar respuestas a las necesidades de las personas que presentan hipoacusia. Cada día contamos con nuevas tecnologías aplicadas en audífonos e implantes cocleares que ayudan a la integración y desarrollo de las personas con pérdida auditiva. Es importante destacar que la tecnología no sólo permite tratar la hipoacusia, sino que es un poderoso aliado en la prevención de problemas auditivos y en la promoción de la salud auditiva.
¿Cuáles son hoy por hoy los principales factores de riesgo que pueden generar hipoacusia en los distintos rangos de edad?
Existen varios factores relacionados con el desarrollo de hipoacusia en las personas.
La prematurez y el bajo peso al nacer son factores de riesgo de pérdida auditiva, así como infecciones durante el embarazo (rubéola, sífilis).
El envejecimiento es otra causa de hipoacusia, en donde existe una degeneración progresiva del sistema auditivo.
La exposición a sonidos de alta intensidad es hoy por hoy uno de los factores más comunes en el desarrollo de hipoacusia en las personas, si bien en nuestro país en el ámbito laboral existe una normativa que regula las condiciones de vigilancia, las medidas a implementar y el tiempo de exposición en los trabajadores, hay aún desconocimiento del ruido al cual nos sometemos fuera del contexto ocupacional y es aquel que se define como social o recreacional y que tiene que ver con conductas que adoptamos y que son poco saludables con nuestra audición, como por ejemplo, el uso de reproductores de música a alta intensidad.
¿Cómo evaluarías el rol que juega el Estado en nuestro país respecto a la salud auditiva de la población? ¿Hay planes concretos? ¿Hay una mirada de futuro preventiva?
En nuestro país el Estado considera a la audición como un tema de salud pública, sin embargo, aún falta cumplir con lo recomendado por la Organización Mundial de la Salud y aún estamos distantes de países con altos estándares en salud auditiva.
Como mencioné anteriormente, existen programas de salud que buscan la detección, diagnóstico y tratamiento de la hipoacusia. Dentro del programa GES tenemos la hipoacusia neurosensorial bilateral del prematuro, el tratamiento de hipoacusia moderada en menores de 4 años y la hipoacusia bilateral en personas de 65 años y más que requieran uso de audífono. Además, la Ley Ricarte Soto aumenta la cobertura, cubriendo los gastos de la prótesis auditiva (implante coclear) y sus accesorios, no así los costos de la cirugía, en a aquellas personas que presenten hipoacusia neurosensorial bilateral severa o profunda postlocutiva y que no cumplen las condiciones para ser incorporadas al programa GES.
Otra iniciativa llevada a cabo en el último tiempo es la implementación y puesta en marcha de las Unidades de Atención Primaria Otorrinolaringológicas (UAPORRINOS) que son unidades de atención integradas a la red local de salud para garantizar oportunidad en el acceso, atención y resolutividad, ayudando a disminuir las listas de espera en la espacialidad de otorrinolaringología.
A pesar de todo lo anterior, aún falta la integración de la promoción de la salud auditiva en las metas sanitarias del país. Se debe comunicar a la ciudadanía sobre el cuidado de la audición y su importancia como herramienta que permite la comunicación y el desarrollo.
¿Podrías describir la labor específica y cotidiana de los Tecnólogos Médicos en torno al tema?
Respecto a la audición, los tecnólogos médicos con mención en otorrinolaringología somos quienes realizamos y desarrollamos exámenes y procedimientos clínicos que buscan contribuir a la detección, tratamiento y rehabilitación de la hipoacusia, formamos parte de equipos multidisplinarios que trabajan en dar respuestas a las necesidades de salud de la población; es así como el tecnólogo médico se desempeña en distintas áreas relacionadas con la audiología: neonatología, otorrinolaringología, neurología, geriatría, pediatría, salud escolar, salud ocupacional, entre otros.
¿Hay algo más que quisieras agregar en favor de fortalecer la preocupación de la ciudadanía y las autoridades sobre la realidad de la audición en Chile?
A pesar de las acciones llevadas a cabo, aún nuestro país presenta una enorme falencia al no contar con un programa de detección universal de hipoacusia en recién nacidos, ya que, según la evidencia, si aplicamos un programa de detección en recién nacidos de alto riesgo, como con el que contamos hoy, estaremos como país, detectando sólo al 50% de los niños que presenten pérdida de audición al momento de nacer. Esto tiene un alto impacto en salud pública, ya que la pérdida de audición tiene efectos negativos en el desarrollo cognitivo, emocional, social, escolar y vocacional de niñas y niños.
También, vuelvo a recalcar la importancia de incluir la salud auditiva en los programas de promoción en salud, favoreciendo la información de la población y la adquisición de conductas saludables con la audición.
TM ORL Gonzalo Cuellar Muñoz
Académico Departamento de Tecnología Médica
Universidad de Chile